EL SONIDO DEL AGUA, de José Antonio
Sin velos, en el eclipse del alba,
cuando se esconden las estrellas,
las primeras luces atraviesan la
ventana
y tendida hacia los lirios se escapa
el alma,
erguidas atalayas aromadas de
manzana.
La vida de soslayo, como una mirada
pasa,
los jarrones en la ventana con rosas
y dalias,
y los violines abrazados con notas
de nostalgia,
al busto moldeado de ocre,
sin palabras, el recuerdo de rojo se
disfraza,
en los espejos, siluetas escarlatas
y blancas.
Tras la ventana revolotean las
palomas,
al fondo la esbelta araucaria, las
madreselvas,
sostienen enredadas la añoranza
henchida de sutiles lágrimas,
y en las fuentes las carpas,
aletean los colores con el sonido
del agua.



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